10.1.11

28 de diciembre

Después de haber conseguido los cartuchos para la impresora y de haber comprado las cosas para la pasta nos dispusimos muy tranquilos a preparar la cena. El plan era cenar spaguetti carbonara (sin nata). La segunda parte del plan era dejar todos los documentos listos para el conflicto legal (para ello los cartuchos) e ir la mañana siguiente a conseguir la grabación. Conseguir la grabación implicaba levantarse a las 8 de la mañana.

Pero los planes no son siempre los planes que uno cree.

En la tarde, o por ahi en algún momento habíamos ido a curiosearle a la cajita que estaba en el refri. En la cajita había unos papelitos envueltos en plastipack y papel de aluminio.

La preparación de esta receta del carbonara implica añadirle vino blanco al tocino antes de mezclarlo todo con el huevo y el queso y la pasta. Asi que quedó una buena porción de la botella de vino blanco para acompañar la cena.

Y se terminó la primera botella y traíamos ganas de tomar un poquito mas, ya eran como las doce de la noche, quizá un poco mas tarde. Y bueno pues apareció una segunda botella de vino blanco y se seguían imprimiendo documentos y se extinguió la segunda botella.

Y entonces vino una una de tinto. Todo este tiempo pensaba yo que había que ir a conseguir la prueba al día siguiente, asi que andaba yo llevando la ventaja en número de vasos de jugo fermentado de uva.

Y a la mitad del tinto vino la idea. O mas bien, el tema de conversación del día salió a la superficie y la tesis era que debido a que los papelitos llevaban en el refri mas de un año seguramente ya no iban a jalar, asi que mada se perdía con entrarles puesto que no iban a funcionar. Extrañamente nunca pensamos mucho que iba a pasar si si funcionaban.

La repartición había sido uno y uno, pero al parecer el primero que me comí no lo mantuve lo suficiente en la boca hasta que se deshiciera, asi que Mariana me pasó el cuadrito que le había sobrado para que en esta ocasión lo chupara yo hasta que se deshiciera en la boca por completo.

Y se terminó la botella de tinto y nos lanzamos a la calle.

Y resulta que de las siguientes cuatro horas tengo apenas flashazos de lo que pasó. Rebotamos de antro en antro, en algún lugar había lucecitas verdes y moradas y música en la pista de baile, y bailamos, y moriamos de sed, y la barra del bar, y puertas y escaleras, y en algún momento se perdió mi bufanda, y tomamos fotos de las que no recuerdo absolutamente nada, pero estoy seguro que nos la estamos pasando de diez porque estamos super sonrientes.

Recuerdo que regresamos justo en el momento que Vicky salía rumbo al trabajo, nos fuimos a meter a la cocina. Saciamos nuestra sed y alguna que otra cosa nos comimos.

Pero resulta que la sustancia en los papelitos claramente no estaba caduca, asi que empezaron, y también empezaron a registrarse los efectos en mi mente puesto que el cassette comenzó a grabar de nuevo.

Y explotó el Universo en tus ojos y en tu sonrisa, y te convertiste en una diosa y el rojo de la almohada se mezclaba con el rojo de tus mejillas y la luz en tus ojos me penetraba el alma, y tu sonrisa sensual me invitaba a seguir besandote sin parar.

Y explotamos el uno con el otro inumerable cantidad de veces, sin detenernos, sin respiros, simple placer puro y animal, constante y nuestros ojos seguían perdiendose en el interior de las estrellas de los ojos frente a nosotros, y nos fundimos en deseo y se manifestó todo lo que llevamos dentro y que sentimos el uno por el otro, y nos untamos de sudor y de saliva y tu cuerpo el templo de la sexualidad y del placer, y yo el mas ferviente devoto.

Y después la caida. La fatiga, la mente que no responde como debe, la imposibilidad para dormir, el hambre que es mitad nausea y la sed que no para. Y ahi, al borde de ese pequeño precipicio donde sabiamos que había fondo pero que sin embargo nos era displacentero nos tomamos de la mano. Y con ese gesto se aliviano todo, y las horas prosiguieron su marcha, y las pupilas volvieron a tomar su tamaño normal, y la percepción poco a poco regresó a su sitio.

Y cerca de las cinco de la tarde volviomos a tocar piso.

Y celebramos no solo este viaje, sino todos los que ya hemos emprendido juntos y todos los que nos esperan en el futuro. Viajes previstos y viajes inesperados, llenos de sorpresa, de pasión, de risa, algunos con momentos complicados, pero todos juntos.

Te amo Mariana.

4 comentarios:

Alesi Garcia dijo...

Ooooooooorale de las cosas que una se entera, ja.

Pos en hora buena, bienvenido el amor, ojalá no haya corazoncitos rotos en este mundo.

Salu2

mariana m* dijo...

Tiene que haber corazones rotos para saber lo que es el amor de verdad ;-)

El "such is life" que dijéramos.

Anónimo dijo...

La pena es cuando eres uno de esos corazones rotos.
El amor verdadero no siempre sucede, en cada relación creemos que es el verdadero se da todo, luego resulta que tiene que ver mas con el estado psicologico de la persona, pero hay que intentarlo siempre.

mariana m* dijo...

Hasta en la versión "siempre hay un roto para un descosido" el amor existe y sí, siempre hay alguien con el corazón roto y sí, también es bien culei que se trate de uno mismo, pero, como dicen "such is life". Un día estás abajo y otro, para gozar totalmente, estás arriba y con la sonrisa bien puesta.