26.7.10

El cuarto

El cuarto en el que te encuentras tiene una sola división con el mundo, continua pero que permite crear al menos dos o tres espacios independientes.

El arquitecto, supones, estaba en modo experimental al basar su diseño en un toro modificado. Pero eso no importa. De hecho la forma del cuarto tampoco importa, pero es algo que no puedes evitar notar.

La puerta que se cerró tras de ti hace unas tres horas da a un pasillo largo iluminado solo por un foco descubierto de veinte watts. El papel tapiz del pasillo probablemente era dorado con guinda, pero la grasa acumulada lo ha transformado en un ocre sucio y repelente.

El pasillo detrás de la puerta, recuerdas, comunica con la cocina. De ahi la grasa, pensaste mientras caminabas hacia el cuarto donde ahora te encuentras.

La cocina no tenía nada mas que el horno industrial para pizzas cuyo vidrio debería estar igual de sucio que el resto del pasillo. Al contrario parecía nuevo, como si lo hubieran instalado ayer. Solo el vidrio, la perilla del horno está rota y la parte superior de la manija que abre la puerta está cubierta de tizne.

La cocina tiene tres puertas, las otras dos, una da a la galería central del restaurante y la otra a un pequeño callejón donde se juntan a beber en las noches tres sin techo.

Estás esperando que den las 10 de la noche, al menos esa es la idea que tienes, pero igual podría ser que estés esperando las 9:30, no lo sabrás hasta que llegue la hora y la hora depende de los tres borrachos en la salida al callejón de la cocina.

Por momentos piensas si deberías explorar el cuarto o no, pero después de pensarlo una milesima de segundo decides que no tiene ningún sentido y que de nada sirve gastar energía a lo tonto. Quizá será mejor dormir una siesta.

El ruido de una botella que cae al piso rebota en la pared del callejón y se ahoga entre las pisadas y las risotadas de los tres vagabundos que hoy al parecer vienen acompañados de una dama.

El atuendo de la dama es todo practicidad y nada glamour. Un vestido negro, con pliegues grises de tanto doblarse sobre si a la altura del ombligo. Unos zapatos de tacón, también negros, pero con los lados raspados, particularmente el izquierdo, evidencia de que la esquina en la cual espera a su clientela por las noches tiene tráfico de izquierda a derecha y para pasar el tiempo sin dejar de mirar la calle golpea el canto del zapato contra la base del poste de luz.

En una escena asi es difícil ubicar quien es el tiburón y quien la presa. Ellos son tres, pero están alcoholizados. Ella viene sola, pero claramente se encuentra mucho mas alerta que ellos. La mitad del dinero ya cambió de manos y la otra mitad se sabe existe. Solo queda culminar la transacción.

Mientras los borrachos deciden el orden de bateo la dama mastica un chicle que hace mas de media hora perdió su sabor a menta. La luz de la cocina revela que están por empezar a comenzar el servicio y un calor aromatizado de jitomate y oregano permea el ambiente.

Abres los ojos y el reloj marca las 9:45, no es la hora que recuerdas estabas esperando, pero siempre hay que tener un poco de margen de error. Te acercas a la puerta. Empujas. La puerta se abre y el pasillo sigue tan mal iluminado como cuando lo recorriste por primera vez en sentido opuesto. El ruido y el olor de la cocina terminan por despertarte.

La dama está terminando de cumplir con su parte del trato con el último de sus clientes, los dos primeros ya están nuevamente dedicados a la botella, ni siquiera se molestan en mirar.

Sales a la cocina y el calor del horno te golpea la cara sin clemencia. Instintivamente volteas hacia la izquierda donde te conviertes en el único testigo de los eventos de esa noche.

La dama se reacomoda el vestido y te voltea a ver.

Acabas de entender lo que significa el amor a primera vista.

18.7.10

Accidental

Los verdaderos accidentes son practicamente imposibles de evitar. La imaginación no da para preveer todas las posibilidades. Algunas son simplemente bizarras.

Ciertas películas tienen el encanto de mostrar justo detalles asi pequeños, inverosímiles y paralelos a la historia central, sin embargo es ahi donde radica su genialidad.

Recuerdo que mi hermana platicaba de alguien que sobrevivió la segunda guerra mundial. Platicaba que durante los bombardeos las personas salían a la calle con un cerillo en la cabeza. Honestamente, decían, ¿Cuales son las posibilidades de que una bomba caiga en la cabeza de un cerillo?

He aqui los elementos del show: Un anafre, carbón, yo.

He aqui la secuencia de acción: El carbón no se quería encender. Había solo unos cuantos que parecían estar activos. En el anafre había grandes cantidades de ceniza proveniente de la última vez que había sido utilizado. Para evitar soplar frontalmente y llenarme de ceniza (cosa que tampoco logré evitar del todo), incliné la cabeza y la puse paralela al piso. Comencé a soplar y el carbón comenzó a respirar. Se podía empezar a escuchar el tronar del carbón conforme soplaba y parecía que las llamas se encontraban a punto de comenzar. Así que retomé impulso, y decidí soplar y soplar, como el lobo. El carbón rugió, se escucharon varias explosiones y mi oido empezó a arder. Un pedazó de carbón diminuto, al rojo vivo. Logré retirarlo antes de que hubiera mayor daño.

Un pedazo de carbón al rojo vivo en mi oido. La realidad supera tanto a la ficción.

Ojalá algún día se me ocurran cosas asi, creo que ese será el día de sentarme por fin a escribir.

11.7.10

Dino Zoff

No creo haber visto ningún partido completo en el 82, pero me quedaba claro que el hombre del momento era Dino.

En México el unico Dino famoso en aquella época era Dino Picapiedra. Mas tarde vendrían las Dinoburguers, pero creo que no tenían relación con el señor Zoff.

Tampoco recuerdo tener conciencia de que el 86 sería en México. Había pasado el temblor del 85 y la familia vivía de la mudanza. Justo nos mudamos a unos cuantos minutos del Azteca. El 86 tiene el gol de Negrete, el album de estampitas y el haber estado en el estadio cuando el gol de la mano de dios.

El 90 y el 94 no tienen ningun recuerdo en mi mente. Quizá algún momento del señor Bustamante, pero definitivamente fue cuando me empezó a dejar de interesar por completo el futbol.

Del 98 recuerdo la televisión en el MIPero, lo mas sorprendente es que 12 años me separen ya del internado, justo los mismo que me separaban del gol de Maradona en ese momento.

Si alguien me preguntara si recuerdo si hubo o no mundial en el 2002 la verdad es que no sabría que contestar, ¿creo que no?, asi de relevante fue en mi vida.

El 2006 me tuvo viviendo en Francia. Tristemente lo mas notorio del mundial de ese año fue la tragedia del Mau.

Acaba de ganar España ahora en el 2010, y en la tele mencionaron que tres porteros en la historia del mundial han levantado la copa como capitanes de su equipo.

Dino Zoff fue uno de ellos.

Mi entusiasmo por el futbol se peridó hace mucho tiempo, los únicos momentos que me parecen interesantes son los goles. Todo lo demás es aburrido y no me llama en lo absoluto. Creo que la última vez que jugué algo parecido a un juego de futbol fue en el 98 en Ensenada, definitivamente no es lo mio.

En el que antes era mi cuarto, en el tapanco sobre el closet donde estaba mi cama aún hay tres fotos de los tres equipos de futbol con los que jugué en la primaria. El futbol también me llevó a Irapuato y a San Luis Potosí. Intercambios entre escuelas. De ello queda creo solo mi amor por las Enchiladas Potosinas.

Dino Zoff y Dino Picapiedra. Al final de cuentas siempre encontré mas entretenidos los dibujos animados.

5.7.10

Florido

El paisaje ha cambiado. Ahora hay mas gordas con colores mas chillantes en el cotidiano. No es lo mismo vivir al sur del rio. Es extraño ver como la ciudad se autosegrega.

Pero no solo son las gordas embutidas, también están los tatuados chafas, y cantidades y cantidades de niños maleducados por sus madres quienes se niegan a llevar la basura hasta el bote mas cercano. Que se quede en la calle, al fin y al cabo no es de nadie.

El piso del cuarto es de madera, muy rústico, los clavos salidos ya se atascaron dos pares de calcetines (que ya estaban para el perro de cualquier modo).

Por mas que intento pensar una historia, que se cree una narrativa no la hay. No hay cohesión, todos los extremos de los hilos se encuentran inalcanzables como para poder tejer cualquier cosa. Lo peor es que en algún momento creo haber tenido la vaga idea de algo.

Vuela una mosca torpemente y se estrella contra el foco central de la única lámpara que ilumina el cuarto. Entró por la ventana que está abierta para sobrevivir el calor. Imagino que se terminará por quemar y dejará de dar lata.

Chav. Esa es la palabra que usa mi jefa cuando se refiere a la raza. Todos quieren ser la esposa del futbolista con las tetas operadas cuya única preocupación cultural es ser finolis. Y asi se cierra en circulo, un top tubular verde fluorescente donde la panza resalta mas que cualquier otra parte de la figura, nada es lo mismo después de las maniobras que pusieron al niño en la carreola.